Criterio para determinar el precio de las alfombras
Poder determinar el precio, aunque sea aproximado, de una alfombra oriental no es tarea sencilla por varias razones. De entrada hay que tener en cuenta que prácticamente nunca hay dos alfombras exactamente iguales, por lo tanto, no pueden ser tasadas como lo sería un producto industrial fabricado en serie, cada alfombra es una pieza única con sus características únicas. A este hecho se añaden toda una serie de factores que determinan el precio de una alfombra y que a continuación detallamos:
1.- El número de nudos por centímetro o metro cuadrado

Nudos en una alfombra Gabbeh

Nudos en una alfombra Naín
Este es posiblemente el factor más determinante e indudablemente el más objetivo que influye en el precio de una alfombra.
Aquí no hay duda, a mayor cantidad de nudos más alta es la calidad de la pieza, más trabajo implica y por lo tanto más aumenta su valor. Incluso dentro de un mismo origen hay diferentes calidades con diferencias de precios muy importantes dependiendo únicamente de la cantidad de nudos por metro cuadrado. Afortunadamente es muy fácil determinar la cantidad de nudos por metro cuadrado que tiene una alfombra, utilizando únicamente una regla contamos los nudos en un centímetro cuadrado y multiplicamos por diez mil (cantidad de centímetros cuadrados que hay en un metro cuadrado)
En general una alfombra sencilla está sobre los cincuenta mil nudos por metro cuadrado. Una alfombra de calidad media estará en torno a los doscientos cincuenta mil a cuatrocientos cincuenta mil nudos por metro cuadrado. Y a partir de quinientos mil nudos por metro cuadrado entramos en el mundo de alfombras de alta calidad, pudiendo alguna de ellas superar el millón quinientos mil nudos por metro cuadrado
2.- El material
La gran mayoría de alfombras están tejidas en lana, pero a medida que aumenta la calidad de la pieza, puede tener parte de los dibujos hechos en seda natural, generalmente son líneas que rodean a los motivos florales. Luego pasaríamos a alfombras de lana ya no únicamente con líneas, sino con zonas enteras anudadas en seda natural y finalmente tenemos alfombras anudadas enteramente en seda natural.
A medida que el nudo es más pequeño, el esqueleto de la alfombra (la trama y la urdimbre) es también más fino: en las alfombras más bastas, el esqueleto es de lana, en las finas de algodón, y en las alfombras de nudo muy pequeño el esqueleto puede estar hecho con seda natural, aunque tampoco se descarta un algodón muy fino.
Evidentemente a mayor cantidad de seda más alto es el valor de la pieza.
3.- Antigüedad
En el mundo de las alfombras al igual que muchos otros objetos en este mundo, las buenas piezas envejecen bien y se vuelven antiguas y las malas piezas envejecen mal.
Así, una buena alfombra ya antigua (más de 100 años) tendrá mucho más valor que la misma pieza nueva, debido al valor añadido que otorga el paso de los años a dichas piezas.
Recuerden que solamente se pueden considerar antigua a una alfombra cuando tienen más de 100 años, hasta ese momento es vieja o semi-antigua.
4.- tintes

Tinte artificial

Tinte natural
La lana o la seda que se utiliza para tejer una alfombra puede haber sido tintada de dos maneras diferentes: mediante tintes naturales, un proceso complicado puesto que se hace a partir de elementos naturales como plantas, piedras, cáscaras de nueces, algunos frutos o alimentos e incluso insectos. La otra manera son los tintes artificiales, de origen químico, que facilitan y abaratan inmensamente el proceso.
Estos tintes naturales fueron introducidos en oriente a finales del siglo XIX, y por lo tanto, cualquier alfombra tejida con anterioridad a dicha fecha tiene tintes naturales y, por lo tanto, mayor valor.
El solo hecho de tener tintes naturales aumenta el valor de una pieza, aunque lo que realmente importa es que el tinte, natural o artificial, esté bien fijado al material.
5.- Originalidad y complicación del diseño
Generalmente cada ciudad o zona productora tiene sus diseños habituales y tradicionales que suelen ser de medallón o bien diferentes variantes de diseños geométricos. El hecho de que una alfombra tenga un diseño original, poco frecuente o “raro”, en definitiva no habitual, aumenta el valor de esa pieza.
Todo lo que es raro o poco frecuente implica originalidad, pocas posibilidades de encontrar otra pieza igual y, por tanto, un precio más elevado.
6.- Medidas
Generalmente en este apartado, rige el mismo criterio que en el apartado anterior, en el sentido de que cuanto más infrecuente es una medida, más difícil de localizar y, por lo tanto, tendrá un mayor precio por metro cuadrado. Habitualmente las alfombras son rectangulares con un metro de diferencia entre el largo y el ancho (por ejemplo 250 x 350), a la que esa diferencia se reduce, en el caso de las alfombras semicuadradas (por ejemplo 250 x 300) o desaparece por completo como en el caso de las alfombras cuadradas (por ejemplo 250 x 250) el precio aumenta.
7.- Origen, prestigio y otros detalles

Alfombra Hereke 100% seda natural

Alfombra Isfahán en lana y seda con trama y urdimbre en seda natural
En el mundo de las alfombras hay algunos orígenes o ciudades que otorgan mayor prestigio y, por lo tanto mayor valor, a una pieza. Por ejemplo, al igual número de nudos una alfombra persa siempre tendrá mayor valor que una china, incluso muchas veces con menos nudos una alfombra persa tendrá mayor valor, y dentro de Persia, alguna ciudades o zonas concretas otorgan mayor prestigio y valor a una pieza, por ejemplo, una alfombra de Isfahán o Tabríz será siempre más valorada que una Mashad o Hamadán.